miércoles, 11 de marzo de 2009

!Olé!


Sí, a veces cosas feas pasan a la gente mala, no muy a menudo, quizás no a diario, puede que no cada semana o mes, posiblemente solo en una ocasión por década, pero cuando suceden son tan atinadas y ecuánimes que a pesar de su sordidez y crueldad resultan hilarantes, hasta satisfactorias.

La situación mostrada en la fotografía por ejemplo, hace que recupere un tanto la confianza en el movimiento divino del universo. Por supuesto que no me refiero al capricho senil y convenenciero del dios post-judío quien tiene en su seno pedófilos mexicanos de sotana y solapa fascistas, de cualquier partido político, que le esclavicen pueblos.

El movimiento divino del universo es la reacción causa-efecto, paradigma que trastorna a los necios, deprime a los cobardes y muchas veces termina por matar a los idiotas, suicidas en potencia cuando utilizan un cepillo de dientes eléctrico.

Sólo a través de la observación de esta interacción contínua de objetos, seres y situaciones puede entenderse el misterioso movimiento del cosmos, que en el caso de los animales (humanos o no), solo gira en torno a decisiones, sin necesidad de influencias divinas.

Tomemos el caso de la fotografía como ejemplo. No es bueno que algo así le pase a un hombre tan valiente, macho, buen católico, que muestra a la bestia su lugar debajo de los seres hechos a la divina semejanza, en fin, poseedor de todas las virtudes que tenían Franco y Marcial Maciel. !Es injusto! !A ese demoniaco animal bien lo debió fulminar el altísimo con un rayo certero desde el esfínter divino, antes que permitirle herir a su hijo!

Pero no fue así, tristemente, el universo no se mueve como dicta Yahvé desde hace dos mil años, no hay milagros, no hay diluvios, no se caen las estrellas y los santos, no tan impresionantes como en los tiempos del cristo, lo más que pueden hacer es vociferar la palabra a través infomerciales por televisión de paga. Pareciera que la biblia es una colección de mitos improbables como dicen los católicos de todas los textos divinos de otras religiones...

Analicemos el porqué del irrisorio acontecimiento taurino.

Causa-efecto: El toro no hubiera colocado su pitón (cuerno) en un lugar tan privado del torero de no haberlo tenido en frente y sentido la necesidad de atacarlo. Tal situación se origina por la provocación directa del matador al decidir torearlo, apoyado por unos cuantos imbéciles tras bambalinas que torturan al animal para debilitarlo antes que el valiente lidiador salga a enfrentarlo con toda gracia y claro está ventaja.

Causa-efecto: A pesar de que en muchas culturas el enfrentar adversidades en extremo peligrosas se aprecie como un signo de hombría y valentía, exponer el pellejo de manera innecesaria va contra cualquier definición moderna de inteligencia, vaya, es un acto idiota y nada más. En este caso como en tantos otros, la idiotez en cuestión corresponde a una decisión libre del torero.

Resultado: El percance genital del matador no es acto del demonio o del dios, es la suma de un conjunto de acciones estúpidas y la toma de malas decisiones. Una conclusión siempre posible, casi estadística.

La moraleja de esta fotografía es que, antes de culpar a una entidad sobrenatural por el choque automovilísitico después de unas copas, las quemaduras de tercer grado por fumar en la cama, la bancarota personal por realizar compras por televisión o la cornada genital por enfrentarse a un toro para satisfacer a la multitud imbécil... hay que pensar un poco en la causa-efecto del universo y en mantener segura la integridad personal al pensar antes de actuar.

P.D.

Si aún le quedan dudas de que el karma se origina a través de nuestras decisiones personales, o aún piensa que los humanos son una especie remotamente inteligente, le invito a disfrutar este video.

http://www.youtube.com/watch?v=j2VqfYICy7k

Es una interesante de la estupidez en su máxima expresión, un video que lo hace a uno sentirse iluminado.

.C.