Hace unos días publiqué dos cuentos de amigos cercanos y dos míos en el blog. Y aunque pareciera que lo hice por soberana y redundante pereza creativa, me permito esclarecer su presencia en el Gato Clonado.
Como ya sabrá (o sentirá) usted querido lector, la crisis económica hace estragos en el bolsillo internacional, terminando de deshilachar los precarios parches en los diminutos monederos mexicanos.
Todas las clases sociales resienten el golpe, sea en cosquillitas bajo los pies como los potentados, o en electroshocks genitales como los sectores medios y populares.
La cosa está más dura que nunca, tan dura que obliga a muchos a robar para conseguir el sustento básico.
Este feísimo acto de la cleptomanía no se limita a las clases humildes, corren rumores infamantes de que algunos divinos empresarios mexicanos roban al erario público haciéndola de funcionarios y que curas católicos llevan siglos hurtando a la sociedad con impuestos culposos llamados diezmo.
!Hasta de profesores con doctorado se dice que hurtan trabajos ajenos para sortear la necesidad!
Sin embargo en su caso la urgencia no es alimenticia, sino puramente económica, pues los proyectos robados se destinan a sostener las becas que ciertas asociaciones otorgan a investigadores, con bonos de modestos $15,000 para el que mantenga una vida académica activa.
El robo acaso es entendible pues... ¿Cómo van los pobres maestros a sostener una vida sana al tiempo que dan clases y preparan investigaciones arduos como curas escribiendo sermones, todos ajetreados sin poder idear proyectos originales para retener sus insumos extra?
La verdad lo ignoro, y no me importa. Pero dado el hecho de que estos cuentos fueron utilizados para un proyecto escolar, me vino la gran idea de publicarlos en internet, para que al menos estuviesen protegidos por las legislaciones de Creative Commons.
Irónico, sí. La red es la tierra sin ley donde la piratería supera al libre comercio y los plagios se hacen con dos clicks, copy/paste, sin embargo es un alivio temporal durante el cruento proceso de inscripción de las obras en la ley de derechos de autor mexicana.
Podría parecer excesiva la medida, ingenua incluso, pues el robo de trabajos en la comunidad académica local es tan solo un rumor, o al menos un hecho que no se filtraría tan fácilmente. Además nadie en sus cabales plagiaría cuentos de estudiantes, mas, cabe mencionar que los doctores cleptómanos pocas veces pueden catalogarse de cuerdos.
Sea como sea, hice ya gala de paranoia y orgulloso de ello, complemento este post aclarativo publicando algunos de los gráficos que acompañaron estos cuentos en el proyecto denominado "Si yo te contara", una colección de cuentos bizarros, compilada con el objetivo utópico de promover la lectura entre los mexicanos.
Aquí la portada...
El cartón ilustrativo para "Dos Techos"...
Y la imagen para el cuento "¿Por qué le festejan?"
Para Gato Clonado
.©.
Patente en trámite bajo la ley de derechos de autores maníaticos, se prohíbe su reproducción o clonación total o parcial en burdeles, plataformas espaciales, carreteras, manicomios o cualquier trabajo escolar o profesional perezoso.
Como ya sabrá (o sentirá) usted querido lector, la crisis económica hace estragos en el bolsillo internacional, terminando de deshilachar los precarios parches en los diminutos monederos mexicanos.
Todas las clases sociales resienten el golpe, sea en cosquillitas bajo los pies como los potentados, o en electroshocks genitales como los sectores medios y populares.
La cosa está más dura que nunca, tan dura que obliga a muchos a robar para conseguir el sustento básico.
Este feísimo acto de la cleptomanía no se limita a las clases humildes, corren rumores infamantes de que algunos divinos empresarios mexicanos roban al erario público haciéndola de funcionarios y que curas católicos llevan siglos hurtando a la sociedad con impuestos culposos llamados diezmo.
!Hasta de profesores con doctorado se dice que hurtan trabajos ajenos para sortear la necesidad!
Sin embargo en su caso la urgencia no es alimenticia, sino puramente económica, pues los proyectos robados se destinan a sostener las becas que ciertas asociaciones otorgan a investigadores, con bonos de modestos $15,000 para el que mantenga una vida académica activa.
El robo acaso es entendible pues... ¿Cómo van los pobres maestros a sostener una vida sana al tiempo que dan clases y preparan investigaciones arduos como curas escribiendo sermones, todos ajetreados sin poder idear proyectos originales para retener sus insumos extra?
La verdad lo ignoro, y no me importa. Pero dado el hecho de que estos cuentos fueron utilizados para un proyecto escolar, me vino la gran idea de publicarlos en internet, para que al menos estuviesen protegidos por las legislaciones de Creative Commons.
Irónico, sí. La red es la tierra sin ley donde la piratería supera al libre comercio y los plagios se hacen con dos clicks, copy/paste, sin embargo es un alivio temporal durante el cruento proceso de inscripción de las obras en la ley de derechos de autor mexicana.
Podría parecer excesiva la medida, ingenua incluso, pues el robo de trabajos en la comunidad académica local es tan solo un rumor, o al menos un hecho que no se filtraría tan fácilmente. Además nadie en sus cabales plagiaría cuentos de estudiantes, mas, cabe mencionar que los doctores cleptómanos pocas veces pueden catalogarse de cuerdos.
Sea como sea, hice ya gala de paranoia y orgulloso de ello, complemento este post aclarativo publicando algunos de los gráficos que acompañaron estos cuentos en el proyecto denominado "Si yo te contara", una colección de cuentos bizarros, compilada con el objetivo utópico de promover la lectura entre los mexicanos.
Aquí la portada...
El cartón ilustrativo para "Dos Techos"...
Y la imagen para el cuento "¿Por qué le festejan?"
Para Gato Clonado
.©.
Patente en trámite bajo la ley de derechos de autores maníaticos, se prohíbe su reproducción o clonación total o parcial en burdeles, plataformas espaciales, carreteras, manicomios o cualquier trabajo escolar o profesional perezoso.
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